El proceso eficaz de la gestión de incidencias es una parte indispensable de todas las empresas. A medida que la tecnología y los flujos de trabajo se complejizan y unifican más, los sistemas se vuelven cada vez más susceptibles al tiempo de inactividad, lo que da como resultado un impacto potencial en las operaciones tanto internas como externas.
¿Qué es una incidencia?
Una incidencia es una interrupción inesperada del servicio. Cuando el funcionamiento de alguna actividad falla y hace que el sistema actúe de forma no planificada, se denomina incidencia. Un problema puede dar a lugar más de una incidencia que se deber resolver lo antes posible.
Una incidencia perturba el funcionamiento normal y afecta la productividad del usuario final. Una incidencia puede deberse a una falla en la red o a un activo que no está funcionando correctamente. Cualquier cosa puede ser un ejemplo de incidencia, incluso problemas de conectividad WiFi, de impresoras, de aplicaciones, del servicio de correo electrónico y para compartir archivos; fallas en la computadora portátil; errores de autenticación de usuarios; fallas del servidor; mala configuración de los sistemas, etc.
Con un impacto tan inminente, las empresas están haciendo que sus prácticas de respuesta a incidencias evolucionen rápidamente para garantizar que se puedan enfrentar con la mayor rapidez y éxito posible. Esto requiere adoptar un enfoque holístico de una incidencia, comprender cómo progresa y cómo mejorar constantemente la flexibilidad de los sistemas. Desde un punto de vista académico, hay muchas opiniones acerca de cuántas etapas están relacionadas con un flujo de trabajo característico de respuesta a una incidencia.
¿De qué se trata la Gestión de incidencias ITIL?
El Service Desk de TI es un punto de contacto distintivo entre los equipos de TI y los usuarios finales. Las organizaciones implementan ITIL para brindar servicios eficientes y mejorar la productividad. La operación del servicio ITIL incluye prácticas de Gestión de incidencias cuyo objetivo más importante es garantizar operaciones comerciales fluidas con un tiempo de inactividad insignificante o nulo. Un proceso de gestión de incidencias competente reduce la brecha de comunicación entre los equipos de TI y los usuarios finales. El Proceso de gestión de incindencias ITIL consiste en un conjunto de buenas prácticas para manejar y resolver incidencias. Estas buenas prácticas ayudan a diferenciar incidencias, problemas y solicitudes de servicio.
Solicitud de servicio
Una solicitud oficial, una apelación de un usuario para que se proporcione algo o una solicitud de información o asesoramiento se denomina Solicitud de servicio. Estas solicitudes se tratan a menudo de cambios estándar preaprobados que los usuarios finales solicitan. Por ejemplo, una solicitud de servicio puede ser cuando un diseñador de UX que solicita herramientas de Photoshop o un incremento en el espacio RAM.
Problema
Un problema es una serie de incidencias cuya causa raíz no está identificada. Mientras que la incidencia surge debido a fallas o porque algo ha dejado de funcionar, y se interrumpe el servicio normal. La gestión de incidencias es generalmente un proceso reactivo, mientras que la gestión de problemas es más práctica. Un Sistema de gestión de incidencias o un Proceso de gestión de incidencias tiene como objetivo restablecer los servicios rápidamente, mientras que la gestión de problemas tiene como objetivo lograr una solución perpetua.